Canva es una herramienta de diseño en línea que trabaja en RGB por defecto, lo que puede crear problemas al pasar del diseño digital a la impresión física, que utiliza CMYK. Algunos de los desafíos son:
- Colores apagados o distorsionados: Los colores que se ven brillantes y vivos en pantalla pueden verse más oscuros o menos saturados cuando se imprimen. Esto se debe a que los colores RGB no siempre se traducen bien a CMYK.
- Falta de control sobre los perfiles de color: Canva no ofrece opciones avanzadas para convertir archivos directamente a CMYK. Los diseñadores pueden necesitar convertir manualmente los archivos a CMYK en otro software, como Photoshop o Illustrator, para garantizar una impresión precisa.
- Discrepancia en el negro: El «negro» en RGB puede parecer más un gris oscuro en CMYK. Si se necesita un negro profundo en impresión, se debe ajustar para usar lo que se llama «negro enriquecido» en CMYK, combinando otros colores además del negro puro.
- Pantone o colores corporativos: Si trabajas con colores específicos de marca que están en la paleta Pantone, es crucial asegurarte de que los valores RGB se conviertan correctamente a CMYK, ya que Canva no maneja Pantone.
Soluciones:
- Convertir de RGB a CMYK: Después de diseñar en Canva, exporta el archivo y usa un programa de edición profesional para convertirlo a CMYK antes de enviar el archivo a impresión.
- Pruebas de impresión: Siempre es recomendable hacer una prueba de impresión para verificar que los colores se traduzcan correctamente desde RGB a CMYK.
- Previsualización de colores: Algunas impresoras o servicios de impresión en línea permiten previsualizar el archivo en CMYK antes de imprimir, para tener una mejor idea de cómo se verán los colores.
Al comprender estas diferencias y tomar las precauciones necesarias, se pueden evitar errores comunes al imprimir diseños creados en Canva o en otros programas orientados al espacio de color RGB.


